Más cerca de la obtención de la IGP, de la marca 'Oli de Menorca'/"Aceite de Menorca"

Más cerca de la obtención de la IGP, de la marca 'Oli de Menorca'/"Aceite de Menorca"

Cosecha de aceite de los últimos años. Foto: Archivo Josep Maria Quintana.
Miriam Triay / Ciutadella – El aceite de marca Menorca, producido en nuestro país, este próximo otoño ya podrá dar un paso más hacia la diferenciación y la calidad. Pudiéndose comercializar, a partir de la campaña 2024, con la IGP (indicación geográfica protegida), 'Aceite de Menorca' / 'Aceite de Menorca'. Y, por tanto, pudiendo identificar la diferencia tanto de origen, como de calidad y características que presenta este producto local menorquín.

“Ya no deberemos identificar el aceite producido en la isla como 'Aceite de España', podremos diferenciar la región concreta de origen del producto”, afirma Josep Maria Quintana (Alaior, 1950), presidente de la Asociación de Productores de Aceite de Menorca; además de ser un reconocido escritor, y presidente del Consejo Científico del Instituto Menorquín de Estudios (IME). Desde Foodies on Menorca hemos podido conversar con él sobre las buenas nuevas recientes.

El pasado lunes, 29 de abril, se anunció un paso más hacia la obtención de la IGP… ¿qué nos puede explicar desde la Asociación?
Exactamente. La Comisión Europea todavía no nos ha comunicado que hayamos obtenido la IGP como tal. Aunque supongamos que en unos meses ya podremos tenerla. Lo que ocurrió el pasado 29 de abril es que se nos concedió la protección nacional transitoria a la IGP. Es un documento que protege a la IGP hasta que la Comisión le inscriba definitivamente.

¿Y esto qué implica?
Que la campaña de 2024, del próximo otoño, ya podrá llevar el sello 'Oli de Menorca'. Que al final ha sido el objetivo fundamental, en todo momento, de los productores de aceite menorquines. Porque, hasta ahora, que no disponíamos de una IGP, ni de una DO (denominación de origen) -que sería un paso más allá-, debíamos indicar nuestro aceite como 'Oli de España'. Cuando sabemos que presenta una serie de características que le hacen diferente al aceite que se produce, por ejemplo, en Andalucía.

Por tanto, a nosotros lo que nos interesaba era poder disponer de esta categoría, más identificativa y concreta, que fuera unificadora de las características que hacen diferente al aceite menorquín, al de otro lugar.


Pero para llegar hasta aquí ha tenido que hacer un largo proceso… ¿qué recuerda especialmente de éste?
Es una lucha que empezamos, desde la Asociación, hace bastantes años. Aunque los dos últimos han sido los más significativos y duros en cuanto a trabajo: reuniones con servicios de control de calidad, correcciones en la documentación presentada… Y es una lucha bastante complicada. Porque, aunque sea la Comisión Europea la que debe otorgar esta denominación, antes de llegar a ella, deben pasarse una serie de instituciones previas; que serían tanto las nacionales como las autonómicas.

Realmente, es la comunidad autónoma quien propone que se conceda esta IGP. Esto implica la presentación de documentación concreta, que debe irse revisando y corrigiendo, según indiquen.

¿En torno a qué gira esta documentación? ¿Puede ponernos ejemplos?
Lo que se debe tener presente es que la IGP es un sello de calidad otorgado por la UE, surgido en 1992, que identifica un producto alimentario como propio de un lugar determinado, de una región o de un país (1), con unas características concretas y una calidad determinada (2), además de tener una reputación, tanto antigua como moderna (3). Por tanto, este distintivo sólo se da a los productos alimenticios que pueden demostrar estos puntos.

Desde la Asociación tuvimos que buscar cuáles eran los elementos que podrían definirnos, contestando a los tres puntos mencionados. En cuanto a la reputación moderna, fue relativamente sencillo, porque ya empieza a haber críticas que se hacen desde restaurantes de renombre, hemos obtenido premios a nivel internacional… pero en lo que respecta a la reputación antigua, fue más complicado. Entre otras cosas, porque Menorca nunca había sido una potencia productora de aceite, pero debíamos demostrar que siempre se había producido aceite. Una de las cosas que encontramos, y que nos permitieron demostrarlo, fue la crítica hecha por el archiduque Salvador, en su libro sobre Baleares, en lo referente a Menorca. Donde explicaba que el aceite de aquí era de mucha calidad.

Después, debíamos analizar también las características del aceite. ¿Qué era lo que podía diferenciarlo del resto? Fundamentalmente, el aceite menorquín lo cosechamos en un estado muy inicial de maduración. Presenta un escaso pigmento. Y se muele mucho más pronto después de haberlo recogido. Además, se realiza con procedimientos mecánicos concretos, y con una temperatura baja que no puede superar los 27 grados. Esto permite una elaboración de aceites con una acidez muy baja y con un muy bajo contenido de peróxidos. Por tanto, el aceite que nosotros distinguimos como menorquín, deberá ser cosechado muy en verde, y esto significa que tendremos cosechas bajas en cantidad, pero altas en calidad. Y tendrá un sabor afrutado muy importante. Una amargura baja, y un índice de picante coherente. Con una acidez inferior al 0,5. Porque estamos haciendo un aceite de oliva virgen extra.

Y por último, una característica que no se pedía como tal, pero que consideramos relevante es que el aceite de oliva virgen extra debe ser ecológico. Que las producciones menorquinas sean ecológicas, si desean la distinción IGP. El hecho de que hayamos introducido este atributo en nuestro aceite implica que será el primer producto con IGP de España que estará hecho de forma ecológica. Y desde la Asociación creemos que era una exigencia importante, necesaria, y ligada al concepto de Menorca Reserva de la Biosfera. Muy identificativa.


¿Y para los productores que todavía no son ecológicos la distinción no será posible?
A ver, la característica indica que o debes ser ya ecológico, o estar en procedimiento de conversión. Al final, no se considera ecológico hasta pasados tres años de prácticas en este sentido. El primer año en el que un productor decida iniciar la conversión, ya podrá optar por la IGP. Aunque a su aceite no podrá denominarlo como 'ecológico' hasta pasados los tres años; ya podrá utilizar la denominación 'Oli de Menorca'.

Ahora que ha logrado esta protección transitoria ¿qué supondrá para el aceite y por los 22 productores que hay en Menorca?
Es una marca de calidad. Supondrá la posibilidad de entrar en unos mercados más amplios. Porque la gente busca mucha calidad, hoy en día. Además supondrá una justificación de los precios que ponemos en nuestros aceites. Que son bastante elevados, porque el tipo de producción que hacemos es costosa y pequeña. Y esto también es muestra de la calidad que supone nuestro producto, una que nos debe ayudar a tener mayor prestigio.

Supongamos que así como la DO ha hecho mucho por el queso, la IGP ayudará mucho al aceite. A salir a mercados todavía inexplorados por nosotros. Y en poder demostrar el valor de lo que hacemos.

¿Supone alguna diferencia tener la protección transitoria en lugar de la IGP como tal, oa efectos es lo mismo?
A efectos será lo mismo. Es lo que nos dijeron el consejero de Agricultura, Pesca y Medio Natural, Joan Simonet, y el director general de Calidad Agroalimentaria y Producto Local, Joan Llabrés. Al final, nos han concedido esta protección para ayudarnos mientras esperamos a la IGP definitiva. Pero bueno, es probable que dentro de este año esté resuelto. Ahora sólo queda esperar. Por el momento, la campaña 2024 ya podrá ser íntegramente 'Oli de Menorca'.

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