La gastronomía menorquina y la nueva cocina como elementos diferenciadores

Calamar al horno con boniato. Restaurante Es Garbell.Foto: Bep Al·lès© Calamar al horno con boniato. Restaurante Es Garbell.Foto: Bep Al·lès©

El pasado sábado Fra Roger Gastronomía y Cultura, organizó un encuentro entre personas relacionadas con el mundo del turismo y la gastronomía para redactar la Declaración de Son Vell, con el objetivo de crear unos cimientos sólidos que indiquen el camino a seguir en las necesarias relaciones y cooperaciones entre los sectores turístico y de la restauración, con los payeses, pescadores y productores locales.

Los objetivos: mover el engranaje de nuestra economía circular, por un lado y, por otro, ofrecer a quienes nos visitan un producto único y que a la vez nos haga diferentes a otros destinos turísticos mediante la gastronomía, que es sin ninguna duda el complemento ideal a los valores naturales, históricos y culturales que tiene Menorca, con sus declaraciones de Reserva de Biosfera, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y Región Europea de Gastronomía en 2022.

Nuestra cocina local, la cocina de raíces, la de los recetarios tradicionales debe ser la base diferenciadora de Menorca como destino gastronómico a nivel mundial, y esta cocina local, como apuntábamos recientemente, debe ser elaborada con producto de la isla, y de esta manera ofreceremos al visitante un producto de calidad único.

El recetario tradicional debe llegar a las cartas de los hoteles y de los restaurantes. Los platos se podrán servir de la forma más pura, como cocina menorquina, y también como nueva cocina menorquina, que no es otra cosa que a partir de una receta tradicional crear un plato de cocina de autor, pero sin perder las raíces que nos marca el recetario.

Tenemos una de las cocinas más ricas del Mediterráneo, una gastronomía única que debe salir de los libros de cocina y de las recetas caseras, una cocina que debe formar parte de nuestra oferta gastronómica, y es por eso que la simbiosis entre los sectores primario y terciario es más que necesaria.

Esta simbiosis necesaria es parte principal, no la única, de la filosofía de la Declaración de Son Vell, que no debe quedar en papel mojado, y empezar a dar pasos hacia la declaración de Menorca como Región Mundial de la Gastronomía en 2030 .

  • Publicidad
    El Iris