Bar Royal: 35 años de historia llegan a su fin

El reconegut establiment tancarà les seves portes el pròxim diumenge, 24 de desembre

Bar Royal: 35 años de historia llegan a su fin
Dolfo Cleofe tancant el bar un dia qualsevol al 1992.

Miriam Triay / Ciutadella – Más de tres décadas son las que rodean el bar Royal situado en la plaza de Federico Pareja o, como muchos la hemos llamado más de una vez, la plaza Royal. 35 años en los que la familia Cleofé -concretamente, y de hace 17 años, Virginia, hija del fundador, Dolfo Cleofé-, ha formado parte de la rutina diaria de los vecinos, trabajadores y amigos de la zona. Ofreciendo un espacio seguro donde estar y crear una comunidad de personas. Y ya sea por fiestas como San Juan, o en el día a día cotidiano, los ciutadellencs i ciutadellenques hemos vistado el Royal. Un bar familiar y cercano, de barriada, pero que mañana domingo 24 de diciembre cerrará sus puertas definitivamente.

EL BAR DE TODOS

Era un mes de marzo de 1988 cuando el padre de familia y fundador, Dolfo Cleofé, decidió hacerse cargo de un nuevo negocio. Concretamente, de un local, ya montado por ser un bar, pero que todavía no se había estrenado, propiedad del conocido Joan Ignasi Balada.

“Lo bauticé como bar Royal porque, en aquella época, y cuando todavía era zapatero, solía ir bastante por Barcelona, y en las Ramblas había un hotel llamado Royal. Un establecimiento que siempre me había llamado la atención. Y cuando tuve que decidir el nombre de mi negocio, lo tuve claro”, sostiene. Así, y aunque muchos hayan podido pensar, en algún momento, que el nombre tiene relación con los propietarios del local hasta hace medio año, los reyes de España -. Balada dejó el bar en herencia en la monarquía-, no tenía absolutamente nada que ver.

Un nuevo establecimiento nació, y fue muy bien recibido por el vecindario y los trabajadores de los alrededores. Que ya disponían de un bar donde poder ir o tomar el descanso. “Aunque en aquella época no era habitual encontrarse a gente en los bares a todas horas, como sí ocurre ahora; sí solía venir la gente del entorno. Hasta el punto de que creamos una nueva familia”, nos explica Sergi Cleofé, hijo del propietario.

ADAPTARSE A LOS TIEMPOS

Nacido con muchas ideas por explorar, como querer formarse como bar-heladeria, o como bar de hamburguesas cuando aún no era habitual, siempre acabó siendo una cafetería familiar y acogedora, que, ofreciendo tapas y, actualmente, también pizzas y otras variedades de comida, en todo momento destacó por su proximidad con el pueblo. Nunca adaptándose, en ningún caso, al turismo y su expansión.

“En el bar todavía viene gente que, desde su apertura, nos ha acompañado”, afirma Sergi. “Se ha mantenido siempre con los propios clientes, los de aquí. Es un bar típico de barriada, nunca se ha enfocado más allá de ofrecer un servicio cercano”, añade Dolfo Cleofé, hijo del propietario y hermano de Sergi.

Manteniendo siempre la esencia familiar, entonces, el bar ha ido evolucionando y adaptándose a los tiempos, de igual modo que el resto. Así, cuando la propia plaza de Federico Pareja nació -antes eran dos calles, con una calzada para vehículos en medio-, se convirtió en un antes y un después para el establecimiento. “Si antes teníamos sólo tres mesas que ocupaban el espacio de un aparcamiento, y que estaban muy próximas a los coches que pasaban o estacionaban; ahora disponíamos de una plaza peatonal, enorme, y con suficiente espacio para que la gente pudiera sentarse tranquilamente sin preocuparse de otros vehículos”, explica Dolfo hijo.

En este sentido, también destacan cómo antes las terrazas no eran una preferencia común entre los clientes, como sí lo son ahora. Y mucho menos en invierno, cuando recuerdan guardar todo el material de terraza, mesas y sillas, dentro. No fue hasta 2005, con la ley antitabaco, que muchos de los vecinos y clientes habituales prefirieron estar afuera y pasar frío. Y las terrazas se convirtieron en un habitual bar durante todo el año.

Además, padre y hermanos destacan también la evolución del cliente. Como ya se ha dicho, contrariamente a la actualidad, a finales de los años 80 y principios de los 90 “casi todo el mundo trabajaba. No veías a gente en los bares, como sí puedes ver ahora, a cualquier hora. Antes venía gente que trabajaba o vivía al lado, a tomar algo rápido. Pero gente en horario laboral venía muy poca”. Así, lo normal era tener a trabajadores o vecinos a tomar el café la mañana o mediodía, y algunos al anochecer venir a tomar alguna cerveza. Pero no era tan habitual como ahora, afirman.

LA HISTORIA DE UN BAR

Como veis, el bar Royal forma parte de la historia del pueblo, habiendo vivido momentos clave tanto para los vecinos como para los negocios de restauración. Como, por ejemplo, la aparición de una plaza peatonal en la que antes había una calzada, o el no poder fumar en establecimientos cerrados.

Así, manteniendo el mismo ambiente familiar y personal, adaptándose a los tiempos que corren, el bar Royal ha acompañado siempre a su público siendo una cafetería pero ofreciendo también las tapas típicas del pueblo. En un momento dado, de hecho, y como ellos recuerdan, llegaron a tener un producto estrella que cocinaba su madre, Margarita, por la que la gente iba a puesta: las trenzas (intestinos) de cordero.

Una historia llena de risas y emociones, acompañada de la tradición de un pueblo, y con muchas anécdotas que contar… como cuando Dolfo padre y fundador salvó a un negocio, de la misma calle del Royal, de morir incendiado, o, hasta y todo, en su propio bar Royal… Que, el mañana domingo, 24 de diciembre, llega a su fin. “Después de 17 años, Virginia, nuestra hermana, ha decidido que ya no quiere continuar más. Entre otras cosas, porque el establecimiento se ha vendido a un nuevo propietario, y el precio del alquiler que pedía era mayor”, afirman los hermanos, Sergi y Dolfo.

35 años de experiencias y vida de pueblo, 18 de los cuales Dolfo Cleofé estuvo a la cabeza, para pasarlo, el 2006 y para los próximos 17 años, a su hija, Virginia. Una trayectoria larga y llena, acompañada de varias trabajadoras, que han acabado formando parte también de la familia, “como Ruth, Gemma, Juana, Caro, Clara y Sedes, entre otras”. Que ha acabado culminando con una fiesta, una reunión de despedida, celebrada el pasado 16 de diciembre, y que volverá a celebrarse hoy, sábado 23, coincidiendo con el momento feliz y melódico de la Navidad. “El bar Royal es de esos bares de barriada, que siempre han acompañado a la gente; de esos bares que se añorarán”.